martes, 11 de noviembre de 2014

DÍA NACIONAL DE LA JUVENTUD EN LA ARGENTINA: Recuerdo de la nefasta "Noche de los Lápices" NUNCA MÁS!

Ley 27.002

Sancionada: Octubre 22 de 2014 / Promulgada de Hecho: Noviembre 7 de 2014 / Fecha de Publicación: B.O. 11/11/2014

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, 
etc. sancionan con fuerza de
Ley:
ARTICULO 1° — Institúyese el 16 de septiembre de cada año como Día Nacional de la Juventud en conmemoración de la denominada Noche de los Lápices.
ARTICULO 2° — El Ministerio de Educación de la Nación, en el marco del Consejo Federal de Educación, promoverá la incorporación de la fecha mencionada en el artículo precedente en el calendario escolar e implementará actividades tendientes a difundir entre los alumnos el conocimiento y significado de la conmemoración.
ARTICULO 3° — Invítase a las jurisdicciones educativas provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a esta ley a los mismos efectos dispuestos en el artículo 2°.
ARTICULO 4° — Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.

martes, 4 de febrero de 2014

VERSIONES TAQUIGRÁFICAS DE LAS SESIONES EN LAS QUE SE TRATÓ LA LEY DE CENTROS DE ESTUDIANTES DE ARGENTINA (versiones provisionales)

La Ley 26.877 fue tratada y aprobada en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina el 5 de junio de 2013, en tanto que en el Senado de la Nación Argentina se consideró y aprobó en la sesión del 3 de julio de 2013, sin cambios en su redacción, conforme fuera sancionada en la cámara baja. A continuación se publican los fragmentos de las versiones taquigráficas PROVISIONALES (bajadas de los sitios de Internet de ambas Cámaras) que corresponden al tratamiento de esta ley.

REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA (PROVISIONAL)
CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN
Período 131º
Reunión 6º - Sesión Ordinaria - 5 de junio de 2013
- 8 -
RÉGIMEN DE CENTROS DE ESTUDIANTES

Sr. Presidente (Domínguez).- Pasamos a considerar los proyectos de ley sin disidencias ni observaciones.
Corresponde considerar el proyecto de ley sobre régimen de centros de estudiantes en todas las instituciones educativas de nivel medio y de nivel superior estatales y privadas, de gestión cooperativa y de gestión social, contenido en el expediente 4865-D.-2012 y otros, Orden del Día Nº 1.981. (Aplausos en las galerías.)
Sr. Presidente (Domínguez).- En consideración en general.
Tiene la palabra la señora diputada por Chaco.
Sra. Pilatti Vergara.- Señor presidente, señores diputados: indudablemente es una tarde de muchas emociones. Quiero tomarme el atrevimiento, en nombre de esta Cámara de Diputados, de dar la bienvenida a todos los estudiantes que están visitando este Congreso, y especialmente a los que integran los centros de estudiantes de la provincia del Chaco.
- Aplausos en las galerías.
Sra. Pilatti Vergara.- Ellos han venido a Buenos Aires pura y exclusivamente para presenciar esta sesión en la que daremos sanción a este proyecto de ley.
En segundo lugar, teniendo en cuenta que esta iniciativa se originó en una propuesta de mi autoría, que fue acompañada por los señores diputados Grosso, Perié y Brawer, la cual fue enriquecida con otros proyectos que a posteriori impulsaron los señores diputados Larroque, Oporto y Linares, quiero agradecer a todos ellos el compromiso y la voluntad de trabajar mancomunadamente para que los cuatro proyectos pudieran consensuarse en uno.
Además, tengo que expresar un agradecimiento especial al cuerpo de asesores de la Comisión de Educación de esta Cámara de Diputados, porque con mucha idoneidad y trabajo han logrado hacer una síntesis interesante.
Debo decir que llegamos a esta instancia después de muchos años y de una historia muy rica de las luchas estudiantiles en la República Argentina. En ese sentido, recordamos las luchas de los estudiantes universitarios, y ya en la década del 70 las luchas estudiantiles de los alumnos de las escuelas secundarias, muchos de los cuales fueron secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura militar, justamente por su compromiso, su solidaridad, su preocupación por el otro y por la pelea constante en aras de sus derechos a la educación y a los derechos sociales. De esas luchas también participó en más de una ocasión el sector trabajador.
A pesar de todo eso, resultaba lamentable ver que en nuestro país el reconocimiento a la creación de los centros de estudiantes se encontraba con normas heterogéneas. Así, algunas provincias –como la del Chaco y la de Buenos Aires sancionaron en los últimos años normas de alcance provincial, pero la gran mayoría no contaba con una herramienta legal que reconociera el derecho de los estudiantes a organizarse gremialmente, a participar, a trabajar y a ser parte de la comunidad educativa en forma organizada.
Es por ello que hace seis años, durante mi paso por el Ministerio de Educación de la provincia del Chaco, tuve la oportunidad de trabajar con varios presidentes de centros de estudiantes de mi provincia y nos pusimos el firme propósito de terminar nuestra gestión con la gran mayoría de los centros de estudiantes constituidos.
Por lo tanto, luego de haber palpado el trabajo, el compromiso, la pasión y la valentía puesta de manifiesto por nuestros jóvenes para que todo esto se concrete, cuando llegué a esta Cámara de Diputados me puse como principal objetivo incluir entre los proyectos de ley a presentar el de creación de los centros de estudiantes. Lo que buscamos es que el Estado no tenga a nivel nacional un rol pasivo sino que, por el contrario, se constituya en garante de la creación y funcionamiento de los centros de estudiantes en las escuelas públicas y privadas secundarias y de nivel terciario de toda la República Argentina.
El disparador final ocurrió el año pasado, cuando el 23 de marzo, durante un acto en una escuela privada confesional de la provincia de San Juan, la alumna Micaela Lisola recibió veinticuatro amonestaciones por haberse atrevido a recordar en un acto lo que significó la dictadura militar en la República Argentina. Ella simplemente quiso contarles a sus compañeros cómo terminaron los estudiantes de esos años que pelearon por los mismos ideales y los mismos objetivos por los que ellos estaban peleando ahora.
En estos tiempos existen nuevos paradigmas donde la juventud ha demostrado que estuvo y va a estar en nuestro país como un órgano fundamental en los momentos de las grandes trasformaciones. Desde el Estado nacional no nos podemos quedar con los brazos cruzados sin reconocer los derechos adquiridos.
No podemos olvidar el caso de Micaela Lisola, una alumna del centro de estudiantes de una escuela de San Juan, que fue invitada por la presidenta de la Nación a los tres meses de haber sido sancionada en un acto por la Memoria. La hizo subir al escenario y le entregó un proyecto para que no se prohíba en el país la constitución de los centros de estudiantes. Haciendo honor a la palabra de nuestra presidenta estamos dando los primeros pasos para que el Estado se convierta en el garante de la creación y funcionamiento de los centros de estudiantes en todo el país. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
Para reconocer el alcance que el Estado le da al tema, pongo en conocimiento de los señores diputados que vamos a reconocer a los centros de estudiantes como órganos democráticos de representación; vamos a promover la participación y garantizar la constitución de dichos centros, además de garantizar su funcionamiento; vamos a arbitrar los medios a los efectos de que en las instituciones educativas se ejecuten distintas acciones. Estamos hablando de un proyecto que fue enriquecido con el aporte de los estudiantes de los colegios Mariano Acosta, Carlos Pellegrini, Normal 7 y la UBA, a quienes agradecemos especialmente su trabajo. (Aplausos y manifestaciones en las bancas y en las galerías.)
Quiero agradecer por la sanción de este proyecto de ley a quienes desde hace seis años han esperado. Quiero dar las gracias a nuestra juventud que es lo mejor que tenemos como sociedad por su compromiso, valentía, solidaridad y preocupación por el otro. Marcos Vignau, Franco Osuna, Johnny Larrea, Ariel Pasamani, Guido Burgos, Mauro Pereira, Cristian y Miguel Piñeiro, Bruno Mencia Villavicencio y Julieta Campo, muchas gracias por la colaboración prestada, que hago extensiva a quienes también colaboraron con esta sanción. (Aplausos prolongados en las bancas y en las galerías. Varios señores diputados rodean y felicitan a la oradora.)
Sr. Presidente (Domínguez).- La Presidencia ruega a los señores diputados que sean precisos en sus exposiciones y que respeten el término del que gozan.
Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sra. Brawer.- Señor presidente: hoy es un día histórico porque hemos ampliado derechos para construir una sociedad más justa, comprometida y solidaria.
Por primera vez hemos homenajeado a diputados desaparecidos durante la dictadura; por primera vez el bloque mayoritario está conducido por una mujer que se define como peronista y feminista. (Aplausos prolongados en las bandas y en las galerías.)
Todos y todas tenemos derecho a prácticas de reproducción asistida. Y en este momento estoy sumamente orgullosa de estar discutiendo este proyecto de ley que reconoce los centros de estudiantes en todo el país. Les reconoce a los jóvenes el derecho a organizarse y expresarse para defender sus ideas.
Este proyecto de ley, que institucionaliza los centros de estudiantes, va a posibilitar que su creación no quede al arbitrio de las autoridades educativas o del funcionario de turno su organización. Todos van a tener derecho a organizarse y a defender las políticas que consideren útiles para la organización estudiantil y para la comunidad en la que viven.
Cumplimos con lo que establece la Convención de los Derechos del Niño y del Adolescente de dejar de considerar a los jóvenes sujetos de tutela para que pasen a ser sujetos de derecho.
En este reconocimiento que efectuamos ya hay un aprendizaje. Ese aprendizaje se complementa con la tarea de los jóvenes para poder ser elegidos y elegir a otros, para poder discutir, tomar decisiones y tener pensamiento crítico. Digo esto porque a participar se aprende y la democracia se construye.
Este proyecto no es sólo una apuesta a nuestros jóvenes y a su responsabilidad sino al compromiso de los adultos a acompañarlos en este proceso.
Entonces, si en todas las escuelas de nuestro país los jóvenes aprenden a participar, tal vez de grandes no llamen “juventudes hitlerianas” a cientos de miles de jóvenes que en esta década ganada… (Aplausos.) …se comprometen militando con alegría, haciendo política, con solidaridad.
Por esta alegría y por este compromiso de nuestros jóvenes es que este proyecto que institucionaliza los centros de estudiantes es también un homenaje a los cientos de adolescentes de 14, 15, 16 y 17 años que desaparecieron durante la dictadura militar. (Aplausos.) Ellos van a volver a estar presentes en cada asamblea y en cada reunión de centros de estudiantes. Cada vez que en una escuela de nuestro país los jóvenes debatan y participen, los compañeros estudiantes secundarios desaparecidos van a estar presentes. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. Oporto.- Señor presidente: también quiero sumarme a la satisfacción de poder contar con una ley que reglamente los centros de estudiantes a partir de tres proyectos de nuestro bloque y de un proyecto de dos diputados de la oposición, con el apoyo unánime de la Comisión de Educación.
No se podía esperar otra cosa de partidos políticos que desde hace muchos años vienen haciendo políticas permanentes desde el movimiento estudiantil.
Quiero reafirmar que esta iniciativa garantiza la organización de los centros de estudiantes. Por lo tanto, desde hoy decimos a los jóvenes presentes y a todos los otros que ustedes representan que a partir de la sanción de esta ley nadie podrá prohibir que se organicen los centros de estudiantes en sus escuelas. (Aplausos.) Ni autoridades ni directivos ni dueños de escuelas, ya sean de gestión estatal o privada, van a poder prohibir la organización de los estudiantes.
Pero también con esta ley se fomenta desde el Estado la participación estudiantil y democrática. Entendemos que la República se salva con más democracia. Cuando se amplían derechos, cuando se permite el voto desde los 16 años, y cuando se pretende la educación obligatoria de la totalidad del secundario, es porque queremos formar mejores ciudadanos.
Que los centros de estudiantes estén reglamentados por ley, que garanticemos su organización y que impidamos cualquier obstáculo o prohibición, significa un paso muy importante para democratizar no sólo el sistema educativo sino la sociedad argentina en su conjunto.
Queridos jóvenes: estamos muy contentos de que este proyecto hoy se vote en este recinto. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. Grosso.- Señor presidente: en primer lugar, celebro este momento. Una vez más este proyecto político, esta década ganada, este proceso de transformación profunda nos convoca a construir un derecho más. Una vez más estamos en este Congreso discutiendo, como hace un rato, la ampliación de un derecho, el derecho a organizarnos.
Recién aplaudían mucho los pibes cuando el diputado preopinante decía que nunca más nos van a prohibir organizarnos. Creo que los pibes aplaudían porque siempre se ponen trabas.
Recuerdo que yo empecé a militar intentando armar el centro de estudiantes de mi secundaria, la Escuela Media N° 6 de Villa Raffo, Tres de Febrero. En ese intento recibimos una negativa de las autoridades.
Comenzamos organizándonos por una colecta solidaria, dado que se había inundado una zona muy cercana a la escuela. Nos dimos cuenta de que necesitábamos armar el centro de estudiantes, pero las autoridades se volvieron a negar. Entonces peleamos, nos organizamos y hasta llegamos a tomar el colegio; fuimos a la Inspección y al Consejo Escolar, y logramos nuestro objetivo. Tuvimos que pelear para que las autoridades nos dieran el derecho que teníamos de agremiarnos y defender nuestros propios intereses.
Salvando las distancias, allá por el año 2000 una de las primeras peleas tuvo que ver con el refuerzo alimentario. Sí, en la Argentina en el año 2000 los pibes tenían mucha hambre. Sí, en el año 2000 en mi escuela más de un pibe se desmayó en la fila para saludar a la bandera porque tenía hambre. Una década después, en esa misma escuela los egresados de quinto año de la Escuela Media N° 6 recibían las netbooks. (Aplausos y manifestaciones en las galerías.) Hubiese sido imposible empezar al revés. Hoy estamos discutiendo este proyecto porque tenemos una década ganada en la espalda, hemos conquistado y ganado derechos.
El último 25 de mayo la presidenta nos convocó a organizarnos. En realidad, hace ya un largo tiempo que nos viene convocando a la organización para la transformación. Esta década ganada no es un regalo de nadie, es una conquista de nuestro pueblo bajo la conducción de esta presidenta y de quien fue nuestro presidente, Néstor Kirchner. (Aplausos y manifestaciones en las galerías.)
¡Tenemos que organizarnos para defenderla! ¡Tenemos que organizarnos para ir por otra década más de derechos! ¡Compañeros y compañeras: unidos la patria existe; organizados la liberación es posible! (Aplausos y manifestaciones en las bancas y en las galerías.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sr. Larroque.- Señor presidente: todavía sigo emocionado por el homenaje rendido a los siete diputados víctimas del terrorismo de Estado, y fundamentalmente por las palabras de mi compañero Wado, de quien tengo el honor de ocupar su banca en este momento por un desperfecto técnico en la mía.
Hoy es un día histórico. Tal como lo decían los compañeros, estamos discutiendo un proyecto de ley que profundiza la democracia al ampliar derechos.
En otra sesión histórica debatimos el establecimiento del voto a los 16 años, y lamentablemente no terminó como nos hubiera gustado. Aquel día escuchamos cosas que nos avergonzaron y degradaron el debate. Por ejemplo, alguien dijo que a los jóvenes se les iba a dar dinero o droga –corríjanme si me equivoco a cambio de su voto.
- Manifestaciones en las galerías.
Sr. Presidente (Domínguez).- Silencio, por favor.
Sr. Larroque.- Poco tiempo después, como complemento de aquella histórica ley del voto a los 16 años, nosotros venimos a dar a los pibes una ley para que puedan organizar su centro de estudiantes en todas las escuelas de la República Argentina. (Aplausos en las bancas y en las galerías. Varios señores diputados rodean y felicitan al orador.)
¡Fíjense qué diferente, qué distancia hay entre el pensamiento de uno y de otro! Y eso es porque nosotros creemos y confiamos en la organización y en la participación. Creemos fundamentalmente en el pueblo, pero dentro de él confiamos especialmente en los pibes y nos jugamos por ellos, porque entendemos que no son ya el futuro sino el presente de esta patria, y eso es lo que algunos no pueden entender. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
Recuerdo cuando discutíamos hace algunos días respecto de la participación en la elección del Consejo de la Magistratura el temor de algunos diputados que exponían sobre la participación y la expresión de las mayorías. No hay que tenerle miedo al pueblo. ¿Qué futuro puede tener un país si le tiene miedo a la expresión de las mayorías? ¿Qué futuro puede tener un país si le tiene miedo a la organización popular?
Lo que nosotros estamos buscando con esta ley es que los pibes, desde chiquitos, desde jóvenes, aprendan a organizarse en el seno de su educación secundaria. Como decía Leo recién, ¿qué cultura puede tener un argentino, un habitante de esta tierra, si se le ponen obstáculos en la escuela secundaria para poder participar y organizarse?
Eso es lo que venimos a garantizar: que los pibes y las pibas en esta tierra tengan el pleno derecho de organizarse, participar y debatir, sean de la idea que sean, porque esta ley, como todas las iniciativas que se proponen en este Parlamento –por lo menos por parte de este bloque-, es para todos, para los 40 millones de argentinos. No es para un partido político: es para elevar la conciencia de un pueblo y su capacidad de organización, porque -como dijo Wado al principio de esta sesión- necesitamos más política y menos corporaciones. (Aplausos prolongados en las bancas y en las galerías.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Pido a la barra que guarde silencio, por favor.
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra. Linares.- Señor presidente: hoy es un gran día. Hemos aprobado una ley que llevaba mucho tiempo demorada, como es la de fertilización asistida, y ahora estamos tratando esta otra a efectos de crear centros de estudiantes por ley a nivel nacional, que es una deuda que en realidad tenía la democracia con todos los jóvenes y adolescentes de la República Argentina.
Hoy estamos tratando aquí algo que han aclarado perfectamente las diputadas Pilatti Vergara y el señor diputado Oporto, cuando estaban leyendo parte de lo que establece la ley, que tiene que ver ni más ni menos con la posibilidad de que los jóvenes y adolescentes puedan tener el derecho a participar en todas aquellas instituciones públicas, y privadas de gestión cooperativa y también privada, que hasta la fecha no lo han podido hacer.
Uno se sorprende de conocer todos los días casos de jóvenes que vienen a contarnos que en sus escuelas no les permiten armar los centros de estudiantes. En realidad las autoridades no advierten los beneficios que les generaría tener a los jóvenes organizados. Solo aquellos que hemos sido militantes del movimiento estudiantil sabemos cuál es el aporte que hacemos cada uno de nosotros en nuestra participación. Pero de alguna manera también es verdad que posiblemente a algunos los pueda asustar la participación de los jóvenes, porque uno les da la palabra, les permite que generen acciones, que defiendan los derechos de sus compañeros y compañeras, en definitiva, que se transformen en líderes sociales, políticos o religiosos, pero son los líderes que esta sociedad necesita.
Hoy venimos aquí a defender, a apoyar y obviamente a aprobar una ley que reivindica a los jóvenes y a los adolescentes con esta posibilidad de participar. Pero también queremos decir que ojalá este Congreso pueda reivindicar la Convención Interamericana de Derechos de Jóvenes y Adolescentes que el país todavía no firmó y que de alguna manera nos da otra herramienta más para que los jóvenes puedan todos los días hacer valer sus derechos, que muchas veces, aunque ninguno de los aquí sentados lo queramos, son vulnerados y hasta negados.
Para terminar, quiero brindar un homenaje a jóvenes de mi generación que participaron en la trágica Noche de los Lápices. Me refiero a Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Víctor Triviño, Claudio de Acha y María Clara Ciocchini –que era de mi ciudad-, que fueron algunos de los dieciséis jóvenes de entre 14 y 18 años que el 16 de septiembre de 1976 fueron secuestrados y torturados por el solo hecho de querer defender el boleto estudiantil gratuito. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
Sr. Comi.- Señor presidente: desde el bloque de la Coalición Cívica quiero apoyar enfáticamente este proyecto. La verdad es que vivimos en una Argentina absolutamente fragmentada, donde muchas veces, producto de esta confrontación de la cual alguna vez debiéramos tratar de salir, los jóvenes son puestos en condición de culpables de muchas cosas. Más de una vez se los responsabiliza de delitos y de tantas otras situaciones profundamente injustas y absolutamente falsas.
Lo decíamos en el prólogo del debate sobre el derecho a votar de los jóvenes de entre 16 y 18 años. Aprovecho para decir que yo también lamento que se haya dado de esa manera y que algunos hayamos tenido que tomar decisiones que iban en contra de lo que pensábamos producto más de las formas que de las cuestiones de fondo.
En lo personal, siempre pensé y pienso –y lo ratifico en esta decisión- que nada malo le puede pasar al país por el hecho de que los jóvenes tengan más derechos y mayores niveles de participación. No son los jóvenes los culpables de los problemas de los argentinos, sino los adultos, los dirigentes y los que nos hemos equivocado en más de una oportunidad.
Reitero que nada malo le puede pasar a un país por otorgar más responsabilidades, más derechos y más posibilidades de participación a los jóvenes.
En lo personal, por venir del movimiento estudiantil, por haber conocido la militancia universitaria y también por haber conocido –aunque muy parcial o liminarmente- los primeros intentos de organización de los centros de estudiantes secundarios, ¿cómo voy a estar en contra de una decisión como esta? Por el contrario, estamos absolutamente a favor. En buena hora que los pibes de todo el país discutan, hablen de política y formen los centros de estudiantes.
Aquellos que tenemos la posibilidad de tomar decisiones debemos ser muy responsables para no banalizar o no utilizar incorrectamente estas herramientas, a efectos de no darle argumentos a los que utilizan estas situaciones para decir cualquier cosa y para que la sociedad repita cualquier cosa.
Por último, lamento profundamente que personas de mi partido no estén aquí acompañando esta decisión. (Aplausos.) Me refiero a importantes dirigentes de mi partido que banalizan este tipo de decisiones y las ponen en la lógica de blanco o negro que tanto mal nos hace a los argentinos.
Por lo tanto, señor presidente, el bloque de la Coalición Cívica va a apoyar este proyecto por las convicciones que hemos defendido toda la vida.
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sr. Cardelli.- Señor presidente: hoy es un día en el que este Congreso realmente ha impulsado direcciones que realmente son profundas y de avance en el conjunto de nuestra sociedad.
Quienes hemos militado en el movimiento estudiantil y en la educación somos conscientes de que la organización de los centros secundarios constituye un paso trascendente. También somos conscientes de que solamente con una ley se da un avance, pero hace falta una profunda promoción para que esto se vuelva una realidad. Hay muchas experiencias donde se encuentran claramente obstáculos para la organización de los centros estudiantiles en las propias estructuras educativas.
Esta ley es trascendente no solamente porque promueve la participación de los jóvenes y de los estudiantes sino también porque abre un camino necesario para una profunda transformación educativa que apunta a la democratización de la educación.
¡Qué bueno sería que este importante paso pueda ser acompañado con algunos otros que nos lleven a democratizar el funcionamiento de la escuela pública!
Desde nuestro bloque impulsamos con gusto este proyecto, pero también decimos que nos queremos comprometer con pasos mayores que concretamente se vinculan con la democratización de la escuela pública. Es decir, no se trata solamente de que los estudiantes puedan organizar sus centros sino que sería bueno que pudiésemos llegar a la idea de que la escuela pública sea conducida por consejos escolares donde participen estudiantes y profesores elegidos por sus propias bases. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
Sr. Negri.- Señor presidente: seré muy breve.
Creo que estaría mal que diga que he pedido la palabra para adherir; nosotros somos parte de esta ley. Consideramos que este es un orden absolutamente natural.
Los propios fundamentos del proyecto destacan claramente la historia, el origen y el nacimiento a fines de siglo de esta práctica. Desde la autonomía universitaria, de nuestra organización ha salido una pléyade de demócratas y de dirigentes, y algunos fueron a otras fuerzas políticas.
En 1905 ya se reconocieron los primeros centros de estudiantes en la Capital Federal, en La Plata y en otros lugares en el ámbito de la universidad. No sería novedad decir que por encima del reconocimiento legal la búsqueda incesante de la utopía por parte de los estudiantes, la natural rebeldía, la no complicidad con el pasado, la idea de arriesgar y de soñar nos llevaron a luchar por una educación abierta, pública y libre. En eso consiste la reforma del 18.
¿Cuántas veces escuchamos nosotros la expresión “Obreros y estudiantes unidos adelante” en la época de la dictadura? Muchos de los que estamos sentados aquí fuimos fundadores de centros de estudiantes en la secundaria hace unos cuantos años. A mí no me resulta extraño. También algunos fueron fundadores de centros de estudiantes ni bien se abría una nueva universidad.
Esos centros de estudiantes tenían algunas características particulares: el espíritu colectivo y la solidaridad, entre otras. No había financiamiento público ni privado. Era el esfuerzo y los sueños de los estudiantes, de las cosas más simples, como podía ser un viaje a las reivindicaciones generadas por un acto de rebeldía, de desigualdad, de un alumno frente a otro, de quien dirigía la educación frente a los alumnos o el reclamo de un carácter más abierto y participativo en la educación.
Es decir que para generaciones enteras esto no es una novedad; en todo caso, es la consolidación en lo formal y sustancial a fin de que a nadie se le ocurra en este siglo prohibir que los estudiantes se organicen. Esto sería algo así como una miopía o un retroceso que no tiene espacio ni siquiera hacia atrás.
Nuestra fuerza política, con sus errores y sus aciertos, siempre ha reivindicado los organismos de masa. Es más, hemos procurado que el principio de la pluralidad sea sostenido en esos sueños de utopía cuando se es joven. Eran cosas comunes, sueños comunes, sin importar el origen. Esto era lo que nos pasaba cada vez que llegábamos a la facultad, nos hacíamos amigos, soñábamos igual y participábamos en centros de estudiantes, votábamos a nuestra manera, aunque no nos dejaran. Aún durante la dictadura se votaba como un testimonio de rebeldía, a escondidas, con cajas de cartón en la facultad o en los últimos años de la escuela secundaria.
Estos son los principios que debemos cuidar, que se consolidan en esta ley, y que deben concluir en una sesión que no signifique la biblia o el calefón, el triunfo de unos o de otros. Sería casi una irresponsabilidad de mi parte reivindicar cuántos años hace que nuestro partido reconoce en todo el país a la Organización Radical de Estudiantes Secundarios o a Franja Morada. ¿Para qué lo haría? Nosotros no invitamos a nadie para que nos aplauda.
Con el mayor de los respetos, el mejor homenaje que queremos hacer es poner al servicio de esto el éxito que ha significado poder organizarse, aunque no existiera la ley e incluso en contra de la voluntad de algunos sectarios que no lo permitían. Nuestra experiencia fue la solidaridad; defendernos como estudiantes, soñar igual, organizados, y no pedir plata a nadie sino juntarla entre todos para seguir soñando y defendiendo nuestros derechos. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. Tunessi.- Señor presidente: en la reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria habíamos acordado un tratamiento más rápido para esta iniciativa.
Con mucha atención hemos escuchado la reivindicación de una norma –quiero ser sincero y honesto- que no asesinó tardíamente lo que en la realidad ya ocurría, respecto de la lucha histórica de los estudiantes, antes, durante y después de la dictadura, y en tiempos difíciles. La lucha continúa, no empezó ahora.
En la Cámara de Diputados escuché decir que don Arturo Sampay, inspirador de la Constitución de 1949, sostenía que no consideraba el derecho de huelga como constitucional, porque ya estaba contemplado dentro del derecho natural de la asociación de los trabajadores. Era preexistente al derecho, y no hacía falta incluirlo. ¿Acaso vamos a creer que concedemos un gran derecho reconociendo lo que en la realidad ya ocurría desde hace mucho tiempo por la importante lucha de los estudiantes en las universidades, en las calles, en las escuelas secundarias, que el radicalismo siempre reivindicó?
¡Desde el frente radical de estudiantes secundarios, hemos defendido la Organización Radical de Estudiantes Secundarios y Franja Morada, a partir de los albores del siglo pasado, con la lucha de los estudiantes que han protagonizado con su vida la reconquista de la democracia. Han luchado por el boleto estudiantil, por una escuela menos dictatorial, menos enciclopedista y más democrática!
¡Venimos desde los albores con las banderas de la lucha por la reforma universitaria! ¡Se trata de votar una ley simple en épocas en que se quieren dividir las organizaciones juveniles que no son afines al gobierno!
¡Porque también hay que decir que nos han creado una FUA paralela porque no pueden ganarle en la universidad a Franja Morada; nos quieren arrebatar la Federación Universitaria. Entonces, hay que contar toda la verdad!
Nosotros nos alegramos enormemente de esta lucha, pero no creemos que le estemos haciendo ninguna concesión. No es una concesión graciosa. Es casi absurdo que a treinta años de la democracia recién se nos ocurra dictar una ley que va a reconocer la existencia de lo que ya existe por derecho propio y por luchas que vienen existiendo desde hace mucho tiempo y que reivindicamos, no de una parcialidad sino del campo popular, al que pertenecemos.
¡Reivindicamos esas luchas juveniles, y estamos a favor de la movilización, de la concientización y de la organización de los jóvenes en el colegio secundario, porque de allí venimos, de ese lugar provenimos. Todos nosotros hemos politizado y luchado desde ese lugar!
No es sino estatuir un reconocimiento que existe. Tenemos que rendirle más homenaje que una ley de esta naturaleza, que por supuesto vamos a votar. Y quiero terminar diciendo, como aquellos jóvenes morados de la Universidad de Córdoba: para nosotros, los radicales, los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra la señora diputada por Chaco.
Sra. Mendoza (S.M.).- Señor presidente: me parece que el diputado preopinante no escuchó o no leyó el proyecto de ley, porque realmente tergiversó absolutamente las fundamentaciones que se hicieron sobre el mismo. Por ahí lo invitaría a que lo leyera primero antes de hacer una historia de Franja Morada. Yo la he compartido, no desde Franja Morada sino desde la Juventud Universitaria Peronista, habiendo competido.
Pero considero que no estamos tratando hoy ese tema. Insisto en que se trata de otro derecho más en este proyecto nacional y popular. Yo básicamente voy a apoyar todos los derechos constitucionales que correspondan, como el voto a los 16 años y esta creación y legalización de los centros de estudiantes, como proyecto nacional.
Hay que entender algo que parece que algunos legisladores no entienden: nuestro proyecto popular y nacional que condujo Néstor Kirchner y que conduce nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que es un orgullo para nosotros, es para los cuarenta millones de argentinos. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
Nos veremos en las urnas muy pronto. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
Con humildad, con nuestro trabajo, con nuestro sentir de justicialismo, además de haber podido lograr derechos constitucionales, me gustaría decirles a los jóvenes radicales, a aquellos que conocí en la Franja Morada, ¿por qué no cultivan más lo que cultivaban en esa época en que yo militaba? (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
No es culpa nuestra, señor presidente, que el radicalismo –un partido al que considero popular e histórico haya perdido a la juventud. (Aplausos en las bancas y en las galerías.) Se olvidaron de esos jóvenes que luchaban, y con los que competíamos libremente en elecciones democráticas. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
Nosotros, el justicialismo, que hoy representa el de Perón y Evita, el de Néstor y Cristina, vamos a estar con los jóvenes. (Aplausos en las bancas y en las galerías.) Vamos a estar con los derechos humanos y constitucionales adquiridos. No compramos votos jóvenes. Es mentira. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
Hemos formado parte de la juventud peronista secundaria y universitaria. Yo no me fui como frente en el Chaco. Me fui a pesar de que no estaba de acuerdo. Me fui a la morgue de Medicina a pintar. Tenía 16 años y con mucho orgullo fui a votar a la Juventud Universitaria Peronista. ¡Vamos por los derechos! (Aplausos en las bancas y en las galerías. Varios señores diputados rodean y felicitan a la oradora.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra. Puiggrós.- Señor presidente: se podría hablar mucho tiempo sobre lo que ha dicho la pedagogía moderna sobre la participación de los jóvenes, a quienes consideramos hoy como sujetos de derecho, porque está ampliamente fundamentado y ha sido además materia de luchas: luchas de los jóvenes, de los estudiantes, en muchos lugares del mundo occidental y durante todo el siglo XX.
Pero además nosotros registramos en nuestra historia las luchas de los socialistas desde principios del siglo pasado; en la década del 20 la lucha de los estudiantes mendocinos, encabezados por la famosa pedagoga Florencia Fossati, en pos de tener representación política y de que los estudiantes pudieran tener representación y voz política en las instituciones de enseñanza, y luego para que pudieran tener voz en las contiendas de orden político que afectaban su vida y su quehacer.
Sobre esto hay una larga tradición socialista, demócrata progresista, radical y también una tradición peronista. La Unión de Estudiantes Secundarios se creó durante el peronismo del 46 al 55. Hoy, desde mi banca de diputada de la Nación, quiero dedicar mi voto afirmativo a este proyecto de ley a Pablo Slemenson, secretario general de la Unión de Estudiantes Secundarios en 1973, que es uno de los compañeros desaparecidos. (Aplausos.)
Este ha sido un día de muchas emociones y me resulta difícil hablar después del homenaje que con tanta justicia se le rindió a los compañeros diputados muertos o desaparecidos por la dictadura militar. Por eso, quisiera agregar a ese homenaje a Pablo Slemenson, y de este modo recordar las luchas y los objetivos que Pablo tenía muy en claro. Digo esto porque con mucho orgullo podemos señalar que seguramente Pablo hoy aplaudiría la sanción de este proyecto junto a nosotros y a los miles de estudiantes secundarios que en aquellos años 70 pelearon y dieron la vida por un país mejor. Todos esos objetivos hoy los verían concretarse en los programas de alfabetización, en los programas FinEs, en la asignación universal, en las 1.600 escuelas que se construyeron, en las 3 millones de computadoras que se entregaron a los jóvenes y en el hecho de poder votar a los 16 años, que es una medida con la que hemos coincidido la gran mayoría de los presentes.
Por otra parte, debo decir que días pasados me emocionó sobre manera ver en la Universidad de La Plata a miles de jóvenes que hacían extensión universitaria sustituyendo incluso a algunos organismos del Estado provincial que no estuvieron a la altura de las circunstancias. Lo hacían con una enorme responsabilidad social y, de esa manera, se constituían en herederos de las luchas de tantos sectores, de tantos estudiantes y de tantas generaciones.
Por lo tanto, no tiene sentido plantear si nos apropiamos o no de los centros. Todos queremos que los jóvenes sean protagonistas y que haya una nueva generación que diga lo suyo y se concrete la existencia de espacios en los que se institucionalice su presencia activa, legal y legítima en toda la sociedad. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Antes de pasar a la votación voy a ceder el uso de la palabra al señor diputado Cardelli, que desea hacer una aclaración sobre la votación del tema que tratamos con anterioridad.
Sr. Cardelli.- Señor presidente: simplemente deseo señalar que nos habían informado que el tema que se trató con anterioridad se iba a votar a las 19. Por esa razón los integrantes de mi bloque salimos del recinto por unos minutos para hacer una gestión y cuando regresamos nos encontramos con que el tema ya se había votado.
Por esa razón quiero dejar constancia –en consonancia con lo que manifesté durante mi exposición de que la totalidad de los integrantes de este bloque íbamos a votar afirmativamente el proyecto de ley sobre fertilización asistida. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Se toma nota de su aclaración, señor diputado.
- Se va a votar nominalmente en general y en particular.
- Conforme al tablero electrónico, sobre 189 señores diputados presentes, 188 han votado por la afirmativa.
Sr. Secretario (Bozzano).- Se han registrado 188 votos por la afirmativa y ninguno por la negativa. (Aplausos prolongados en las bancas y en las galerías.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Se deja constancia del voto afirmativo de la señora diputada Pilatti Vergara.
Sr. Presidente (Domínguez).- Queda sancionado el proyecto de ley. (Aplausos prolongados en las bancas y en las galerías.)
Se comunicará al Honorable Senado.
La Presidencia solicita al público que, por favor, guarde silencio para que podamos continuar con el tratamiento del plan de labor.

REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA (PROVISIONAL)
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
Período 131º
12º Reunión – 6º Sesión ordinaria – 3 de julio de 2013
C.D.-8/13
RECONOCIMIENTO DE CENTROS DE ESTUDIANTES COMO ÓRGANOS DEMOCRÁTICOS DE REPRESENTACIÓN ESTUDIANTIL

Sr. Presidente. – Corresponde considerar el proyecto de ley en revisión contenido en el expediente CD-8/13, por el cual las autoridades jurisdiccionales y las instituciones públicas de nivel secundario, los institutos de educación superior e instituciones de modalidad de adultos, incluyendo formación profesional, de gestión estatal y privada, gestión cooperativa y gestión social, deben reconocer los centros de estudiantes como órganos democráticos de representación estudiantil.
Tiene la palabra la señora senadora Negre de Alonso.
Sra. Negre de Alonso. – Señor presidente: ¿tiene dictamen este proyecto?
Sr. Presidente. – No.
Sra. Negre de Alonso. – Lo pregunto, porque me parece que este es un proyecto que debería debatirse en la Comisión de Educación y Cultura: escuchar a los representantes, a los centros de estudiantes; ver qué significa gestión social y cooperativa; saber si es obligatorio o no; qué significa ir a la autoridad jurisdiccional, a qué autoridad jurisdiccional.
Yo pido que lo tratemos en comisión. Le solicito al presidente de bloque de la mayoría que debatamos el proyecto en la Comisión de Educación y Cultura para ver sus implicancias.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Borello.
Sra. Borello. – Señor presidente: estoy de acuerdo con la senadora. Es un proyecto muy importante desde el punto de vista educativo y, sobre todo, cívico. No lo tenemos en el orden del día. No tenemos el proyecto; no está impreso.
Si bien parece una cosa sin importancia, los centros de estudiantes son importantísimos dentro de las escuelas y en todos los niveles: en el primario, en el secundario y en el superior –no en el universitario, porque las universidades son autónomas–. Es un elemento importantísimo desde el punto de vista cívico.
Señor presidente: creo que es muy importante la moción de que el tema pase a la Comisión de Educación y Cultura, para que lo podamos debatir y podamos obtener el dictamen, dada la trascendencia del proyecto.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Morandini.
Sra. Morandini. – Señor presidente: en el mismo sentido de lo que sucede cuando hacemos estas sesiones maratónicas, yo también apruebo la moción de que vuelva a comisión, a fin de que se dé el debate necesario.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Pichetto.
Sr. Pichetto. – Hemos incorporado otros temas; no es el único asunto que hemos agregado. Y hemos tenido voluntad colectiva de construir consenso.
Quiero decir que este proyecto fue votado por unanimidad en la Cámara de Diputados. Todos los bloques lo aprobaron, así que no debe tener nada que pueda beneficiar a un sector político. Reitero que se votó por unanimidad. Me parece que no tiene ninguna objeción de tipo institucional y, además, fortalece el espacio de los jóvenes en las escuelas. Así que nosotros vamos a mantener nuestra posición respecto de que se habilite sobre tablas para votar.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Filmus.
Sr. Filmus. – Primero pediría que se procediera con la habilitación del tema sobre tablas, como solicitó el señor senador Pichetto.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Morandini.
Sra. Morandini. – Con respecto a la reflexión que hacía el senador que me antecedió en el uso de la palabra, me parece que se confunde unanimidad con consenso. Una cosa es que votemos todos juntos y otra cosa es construir el consenso. Yo sé que se desprecia el consenso, pero dentro del sistema democrático es necesario construirlo.
Entonces, me parece importante insistir en que el tema cuente con dictamen de comisión. Porque no es lo mismo unanimidad que consenso.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Cano.
Sr. Cano. – Señor presidente: desde nuestro bloque queremos hacerle un pedido a la bancada del Frente para la Victoria. En términos generales, estamos de acuerdo, así que podemos comprometernos a tratar el proyecto en la sesión del 31 de julio, con dictamen de comisión.
En mi caso, y en el de varios senadores, no conocemos la iniciativa. Por una cuestión de técnica legislativa, a quienes formamos parte del bloque de la Unión Cívica Radical nos gustaría debatirlo en la comisión, darle el dictamen y aprobarlo en la sesión del 31 de julio.
Venimos aprobando todos los temas por unanimidad y me parece que sería sano para la decisión del cuerpo debatir esto en la comisión. Este es el pedido que le hacemos al presidente del bloque del Frente para la Victoria.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Mayans.
Sr. Mayans. – Señor presidente: después de este tema quiero decirle algo con respecto a un temita del Mercosur.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Fellner.
Sra. Fellner. – Señor presidente: solamente para hacer una aclaración: el tema se debatió en la comisión. Y quiero recordarle a la senadora Borello que ella habló, justamente, de Córdoba y de la gran experiencia que allí había con los centros de estudiantes. Así que se debatió en la comisión.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Borello.
Sra. Borello. – Señor presidente: creo que es importante que hagamos un análisis intensivo de este tema. No es por una cuestión política. Es un proyecto muy importante. Esta iniciativa está direccionada hacia los adolescentes, hacia la juventud y, quizá, si la analizáramos un poco más, tendríamos la posibilidad de enriquecerla. Sólo pido el tratamiento en la próxima sesión y que la estudiemos bien, porque no está bien analizada.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Negre de Alonso.
Sra. Negre de Alonso. – Señor presidente: además, no está aquí la presidenta de la Comisión de Educación y Cultura. Y me gustaría que me aclarara qué significa gestión cooperativa, gestión social.
Sé que en la Cámara de Diputados hubo un gran movimiento cuando se trató esto y que asistieron los centros de estudiantes y autoridades educativas. Es más, hay una institución que nuclea a los directivos del secundario. Pero no se qué significa la gestión social. ¿A quién incluye la gestión social?
Además, no está la presidenta de la Comisión de Educación y Cultura; no ha sido debatido en la comisión –no voy a dudar de la palabra de la senadora, pero lo que quiero decir es que no se emitió dictamen– y estamos tratando sobre tablas esta cuestión.
¿Quién me aclara la terminología? No está la presidenta de la Comisión para que diga si se pueden hacer modificaciones o no.
Entonces, comprometámonos a tratarlo el 31 de julio y pidámosle a la presidenta que cite a la comisión.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Cano.
Sr. Cano. – Señor presidente: quiero reiterar que estamos haciendo simplemente un pedido. No sé si ha tenido debate este tema, como dijo la senadora Fellner, pero no tiene dictamen y no fue establecido en la reunión de labor parlamentaria. Se incorporó hoy en esta sesión.
Entonces, por una cuestión de forma, pedimos que se trate en la próxima sesión. Simplemente eso.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Filmus.
Sr. Filmus. – Señor presidente: en primer lugar, quiero señalar que como acaba de expresar la senadora Fellner, este tema se debatió en la Comisión de Educación y Cultura; y discutimos allí distintas posiciones.
Pero deseo aclarar a qué se refiere este proyecto de ley, que tiene origen en diferentes iniciativas de distintos bloques de la Cámara de Diputados. Entre otros, por ejemplo, del bloque de la diputada Linares y del diputado Peralta. Aunque también de las otras bancadas hay muchos proyectos con respecto al funcionamiento de los centros de estudiantes.
Quiero hacer dos aclaraciones. La ley de educación nacional 26.206, que fue votada en este Senado de la Nación, en su artículo 126 ya plantea muy claramente este tema, en cuanto dispone que son derechos de los alumnos y de las alumnas integrar centros, asociaciones y clubes de estudiantes u otras organizaciones comunitarias para participar en el funcionamiento de las instituciones educativas, con responsabilidades progresivamente mayores, a medida que avancen las franjas etarias.
Entonces, este tema es la especificación respecto de algo que está planteado en la ley. Y le quiero decir a la señora senadora Negre de Alonso que para esas dos definiciones –cooperativa y social– hay que remitirse a la ley de educación nacional, la cual tuvo el voto casi unánime de esta Cámara, dado que sólo tuvo tres votos en contra, uno de los cuales fue el de la senadora y los otros dos, de los senadores que en aquel momento representaban a la provincia de Tucumán; en ese momento, me tocó ser ministro de Educación.
Entonces, cuando la ley de educación define los tipos de organización, incorpora a esos conceptos. Porque no es lo mismo. Antes había educación privada y pública, pero como justamente han surgido otros tipos de educación –la cooperativa y la social–, entonces la ley de educación nacional las incorpora en su definición.
La norma en tratamiento hace referencia justamente a la ley 26.206, que habla de educación cooperativa y social, a tal punto que se han armado en distintas provincias áreas específicas para este tema. Y lo único que hace, puntualmente, es plantear quiénes tienen la responsabilidad de organizar los centros de estudiantes, lo cual ya está planteado en la ley de educación nacional.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Linares.
Sr. Linares. – Señor presidente: quiero contribuir a realizar una reflexión. Creo que ninguno aquí ha planteado objeciones.
En primer lugar, la sanción de esta norma no tiene una urgencia tal que merezca que hoy mismo la tratemos.
En segundo término, no hay objeciones. Lo que se pide aquí es, simplemente, pasar el tratamiento de este proyecto una sesión, para que quienes no han integrado o no tienen representación en la Comisión de Educación y Cultura puedan analizarlo.
Yo conozco el proyecto de la diputada Linares, obviamente, pero me parece que aquí, de ninguna manera, hay una objeción política grave a este tema, simplemente lo estamos pidiendo en función de la urgencia y del pedido que ha hecho también la señora senadora Liliana Negre de Alonso, avalado por el señor senador Fernández, en cuanto a la correspondencia con Diputados, para ver si hablaba usted con alguien a fin de que haya un correlato con lo que nosotros trabajamos acá. Es necesario verlo, analizarlo y comprometernos a tratarlo sin ningún tipo de problema. No hay ninguna otra objeción.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Pichetto.
Sr. Pichetto. – Realmente hemos actuado con un criterio de flexibilidad. Hemos votado la incorporación de normas de salud que serán altamente onerosas sin dictamen. Póngalo a votación, señor presidente, y si no tenemos número no lo tratamos, a otra cosa. ¿Pero sabe qué pasa? No podemos medir con una vara una cosa y cuando nosotros queremos algo, no. Entonces, no, así no se juega. Juguemos con reglas. Hemos acordado un plan y hemos ampliado. Son todos proyectos que vienen votados por unanimidad de la Cámara de Diputados. Ahora no los podemos votar porque alguien dijo que no. Póngalo a votación: si no tiene dos tercios, no los tiene.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Negre de Alonso.
Sra. Negre de Alonso. – Simplemente, quería hacer una acotación, no quería hablar después del señor senador Pichetto, por eso le hacía señas.
Sr. Presidente. – No, pero no está cerrando como jefe de bloque.
Sra. Negre de Alonso. – En primer lugar, como recién me puse a ver esto, no sabía de quiénes son los proyectos ni quiénes han participado. Puede haber participado también el bloque Compromiso Federal, no lo sé. Lo que sí, presidente, tengo dudas respecto de las autoridades jurisdiccionales. ¿A qué me estoy refiriendo? Porque si me estoy refiriendo a la IGJ, en mi provincia no es jurisdiccional sino que es administrativa, por ejemplo. Entonces, hay dudas…
Sr. Presidente. – Quedaron planteadas…
Sra. Negre de Alonso. – Es simplemente una petición al señor senador Pichetto.
Sr. Presidente. – Sí, ya quedó planteada.
Sra. Negre de Alonso. – Otra cosa: lo de la unanimidad. El tema de los presos políticos también se había votado por unanimidad en la Cámara de Diputados y miren lo que pasó.
Sr. Presidente. – Me parece que es distinto el origen de la demora.
Tiene la palabra el señor senador Morales.
Sr. Morales. – Reconocemos la actitud que ha tenido el bloque mayoritario para tratar los temas, pero digo que en la segunda parte de la sesión lo que hemos hecho ha sido tratar temas consensuados. La verdad es que hay un fuerte consenso en esto. Nosotros, como fuerza política, desde el año 1983 venimos militando en centros de estudiantes en los secundarios.
– Varios señores senadores hablan a la vez.
Sr. Morales. – Tenemos un gran consenso, particularmente en institucionalizar el instituto de centros de estudiantes en los secundarios y terciarios.
Ahora bien, lo que se le está pidiendo al oficialismo es que pasemos el tema para la próxima sesión, logremos un gran consenso y lo aprobemos por unanimidad, como queremos hacerlo todos. Es un pedido. Hasta aquí hemos venido –en esta parte de la sesión– con todo consensuado. Está hecho un pedido y eso es lo que estamos pidiendo al bloque mayoritario: el tratamiento en la próxima sesión.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Pichetto.
Sr. Pichetto. – Ponga el tema a votación.
– Varios señores senadores hablan a la vez.
Sr. Presidente. – Vamos a poner a votación la moción de habilitación sobre tablas. Lo haremos electrónicamente porque requiere los dos tercios...
Sr. Petcoff Naidenoff. – Para la habilitación.
Sr. Presidente. – …para que la cuenta sea bien clarita.
Ya pueden votar.
– Se practica la votación por medios electrónicos.
Sra. Borello. – Me equivoqué en el voto.
Sr. Presidente. – La señora senadora Borello va a cambiar el voto.
La traicionó el subconsciente. (Risas.)
Sr. Secretario (Estrada). – Resulta aprobado por 34…
Sr. Presidente. – No, 34 no. Son 33 votos entonces. Se requerían 32.
– El resultado de la votación surge del acta correspondiente.
Sr. Presidente. – Por lo tanto, vamos a poner a votación el proyecto en general y en particular en una sola votación.
Ya pueden votar.
– Se practica la votación por medios electrónicos.
Sr. Secretario (Estrada). – Aprobado por unanimidad.
– El resultado de la votación surge del acta correspondiente.

Sr. Presidente. – Resultó aprobado por unanimidad. Por lo tanto, queda definitivamente sancionado el proyecto de ley. Se harán las comunicaciones correspondientes.

LEY DE RECONOCIMIENTO DE CENTROS DE ESTUDIANTES - ARGENTINA

La Ley 26.877 que establece el marco jurídico para la creación y funcionamiento de los Centros de Estudiantes en escuelas secundarias y superiores (no universitarias) constituye la reglamentación del derecho reconocido a los estudiantes en la Ley 26.206 de Educación Nacional de la República Argentina.
Entre los derechos y deberes de los/as alumnos/as que dicha ley consagra en su artículo 126, encontramos los derechos a: “h) Integrar centros, asociaciones y clubes de estudiantes u otras organizaciones comunitarias para participar en el funcionamiento de las instituciones educativas, con responsabilidades progresivamente mayores, a medida que avancen en los niveles del sistema" y "i) Participar en la toma de decisiones sobre la formulación de proyectos y en la elección de espacios curriculares complementarios que propendan a desarrollar mayores grados de responsabilidad y autonomía en su proceso de aprendizaje”.

Ley 26.877
CREACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE LOS CENTROS DE ESTUDIANTES
BUENOS AIRES, 3 de julio de 2013 / Boletín Oficial, 6 de agosto de 2013

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:

ARTICULO 1°.- Las autoridades jurisdiccionales y las instituciones educativas públicas de nivel secundario, los institutos de educación superior e instituciones de modalidad de adultos incluyendo formación profesional de gestión estatal y privada, gestión cooperativa y gestión social, deben reconocer los centros de estudiantes como órganos democráticos de representación estudiantil.

ARTICULO 2°.- Las autoridades educativas jurisdiccionales y las instituciones educativas deben promover la participación y garantizar las condiciones institucionales para el funcionamiento de los centros de estudiantes.

ARTICULO 3°.- Las autoridades jurisdiccionales deben arbitrar los medios correspondientes a los efectos de que en las instituciones educativas se ejecuten las siguientes acciones:
a) Poner en conocimiento de la comunidad educativa la presente ley, y la normativa que se dicte a tal efecto, asesorando y facilitando los medios necesarios que estén a su alcance para la creación y funcionamiento del centro de estudiantes;
b) Brindar el apoyo para el desarrollo de las actividades de los centros de estudiantes que se podrán realizar en el espacio y tiempo institucional, previo acuerdo entre los representantes estudiantiles y el equipo de conducción; y
c) Proporcionar un espacio físico determinado para el funcionamiento del centro de estudiantes, de acuerdo a la disponibilidad de la institución.

ARTICULO 4°.- Los centros de estudiantes surgen como iniciativa de los estudiantes de cada establecimiento. Cada una de las instituciones educativas tendrá su centro de estudiantes.

ARTICULO 5°.- Participarán del centro de estudiantes todos aquellos que acrediten ser estudiantes de la institución educativa, sin otro tipo de requisito.

ARTICULO 6°.- Los centros de estudiantes tendrán como principios generales:
a) Fomentar la formación de los estudiantes en los principios y prácticas democráticas, republicanas y federales, así como en el conocimiento y la defensa de los derechos humanos;
b) Afianzar el derecho de todos los estudiantes a la libre expresión de sus ideas dentro del pluralismo que garantizan la Constitución Nacional y las leyes;
c) Defender y asegurar el cumplimiento y pleno ejercicio de los derechos estudiantiles;
d) Contribuir al cumplimiento de las garantías vinculadas al derecho de aprender y al reconocimiento de la educación como bien público y derecho social;
e) Colaborar con la inserción de los estudiantes en su ámbito social orientada al desarrollo de acciones en beneficio del conjunto de la comunidad;
f) Contribuir al mejoramiento de la calidad de la educación y al logro de un clima institucional democrático que permita el mejor desarrollo de las actividades educativas;
g) Promover la participación activa y responsable del alumnado en la problemática educativa;
h) Gestionar ante las autoridades las demandas y necesidades de sus representados;
i) Proponer y gestionar actividades tendientes a favorecer el ingreso, la permanencia y el egreso de sus representados.

ARTICULO 7°.- Los centros de estudiantes elaborarán su propio estatuto en correspondencia con la legislación nacional y de cada jurisdicción, el que debe contener, al menos:
a) Objetivos;
b) Organos de gobierno y cargos que lo componen;
c) Funciones;
d) Procedimientos para la elección por voto secreto, universal y obligatorio y renovación de autoridades;
e) Implementación de instancias de deliberación en la toma de decisiones;
f) Previsión de órganos de fiscalización; y
g) Representación de minorías.

ARTICULO 8°.- En aquellos casos en que las disposiciones de esta ley se vieran incumplidas, los estudiantes y sus órganos de conducción podrán elevar su reclamo a la autoridad jurisdiccional o nacional, según corresponda.

ARTICULO 9°.- Los centros de estudiantes reconocidos pueden nuclearse en federaciones jurisdiccionales, regionales y nacionales.

ARTICULO 10.- El Ministerio de Educación y las autoridades educativas de cada jurisdicción diseñarán las campañas de difusión y promoción alentando la creación y funcionamiento de los centros de estudiantes.

ARTICULO 11.- Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional. AMADO BOUDOU - DOMINGUEZ - BOZZANO - ESTRADA

lunes, 3 de febrero de 2014

Nueva Ley de Centros de Estudiantes de la Provincia de Santa Fe (texto completo)

LEY Nº 13392
Fecha de sanción: Santa Fe; 29/12/2013. Fecha de publicación: B.O. 16/01/2014.

LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DE SANTA FE
SANCIONA CON FUERZA DE
LEY:

CAPÍTULO I - DISPOSICIONES GENERALES
ARTÍCULO 1.- Constitución.- Autorízase la constitución y organización de Centros de Estudiantes Únicos en establecimientos educativos, de gestión pública estatal y privada, de nivel secundario y superior no universitario, dependientes del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe.
ARTÍCULO 2.- Finalidad.- La presente ley tiene como fines:
a) Fomentar la creación de Centros de Estudiantes en los establecimientos educativos donde no los haya;
b) Regularizar la situación de aquellos Centros de Estudiantes que se hubiesen constituido y no funcionen de acuerdo con el espíritu de esta ley;
c) Fomentar la participación de los estudiantes en actividades políticas y comunitarias, con la finalidad de que puedan mejorar el entorno en el que se desenvuelven;
d) Reconocer a los adolescentes y jóvenes como sujetos de derecho, y a sus prácticas culturales, como parte constitutiva de las experiencias pedagógicas de la escolaridad, para fortalecer la identidad y la ciudadanía;
e) Fomentar el diálogo entre los estudiantes como método para la resolución de conflictos;
f) Fomentar la responsabilidad de los estudiantes y sus capacidades para darse libremente sus formas de representación;
g) Promover la participación activa de los estudiantes en la dinámica, constitución y sostenimiento de la vida democrática en la sociedad actual, desde su puesta en práctica en el ámbito escolar.
ARTÍCULO 3.- Concepto.- El Centro de Estudiantes es el órgano natural de representación, participación, discusión y organización de los estudiantes de un establecimiento educativo para la defensa y protección de sus derechos.
CAPÍTULO II - MIEMBROS
ARTÍCULO 4.- Integración- Los Centros de Estudiantes se integran con la totalidad de los estudiantes que acrediten su carácter de regulares en el establecimiento al que pertenecen.
ARTÍCULO 5.- Elección.- La votación para la elección de autoridades del Centro de Estudiantes es obligatoria para todos los estudiantes de una misma institución educativa, que acrediten la condición de regulares.
CAPÍTULO III - PRINCIPIOS DE FUNCIONAMIENTO
ARTÍCULO 6.- Unicidad.- Habrá un único Centro de Estudiantes por establecimiento educativo.
ARTÍCULO 7.- Independencia orgánica.- Está vedada que cualquier persona que no sea estudiante se inmiscuya en las decisiones de este órgano.
ARTÍCULO 8.- Independencia funcional.- El Centro de Estudiantes debe mantener su total independencia de principios, de crítica, de resolución y de organización.
CAPÍTULO IV - ÓRGANOS DE GOBIERNO
ASAMBLEA
ARTÍCULO .9.- Carácter.- La asamblea es el órgano máximo de gobierno del Centro de Estudiantes, está compuesta por la totalidad de los alumnos y alumnas regulares del establecimiento educativo y es presidida por el presidente de la Comisión Directiva.
ARTÍCULO 10.- Sesiones.- La asamblea sesiona al menos una vez al año en forma ordinaria. También puede ser convocada en forma extraordinaria a petición de al menos un 5% de los alumnos y alumnas regulares para tratar temas determinados o por la Comisión Directiva para tratar temas de urgencia.
ARTÍCULO 11.- Facultades.- Son facultades de la Asamblea:
a) Aprobar el estatuto del Centro de Estudiantes;
b) Aprobar la memoria y balance;
c) Reformar el estatuto con la mayoría agravada que el mismo instrumento establezca;
d) Llamar a elecciones cuando la Comisión Directiva no haya cumplido con dicha obligación en tiempo y forma;
e) Revocar los mandatos de los miembros de la Comisión Directiva; con la mayoría agravada que el estatuto establezca;
f) Tratar los demás temas para los que haya sido convocada.
COMISIÓN DIRECTIVA
ARTÍCULO 12.- Carácter.- La Comisión Directiva es el órgano ejecutivo de conducción y coordinación del Centro de sus miembros son elegidos por los alumnos y alumnas establecimiento, de acuerdo a lo que establece el estatuto y funciones un año.
ARTÍCULO 13.- Reuniones.- La Comisión directiva se reúne a los efectos del tratamiento de los temas necesarios para el cumplimiento de los objetivos de la presente ley con la periodicidad establecida en el estatuto.
ARTÍCULO 14.- Facultades.- Son facultades de la Comisión Directiva:
a) Representar al Centro de Estudiantes en todas las actuaciones institucionales;
b) Ejecutar las resoluciones emanadas de los órganos de gobierno
c) Presentar un programa anual de actividades y llevarlo adelante;
d) Convocar a la reunión ordinaria y cuando temas de urgencia lo requieran, a reunión extraordinaria de la asamblea;
e) Convocar a elección de autoridades;
f) Convocar en forma consultiva a padres, docentes y no docentes.
ARTÍCULO 15.- Secretarías.- Pueden constituirse secretarías para garantizar el funcionamiento del Centro de Estudiantes en áreas determinadas.
DELEGADOS
ARTÍCULO 16.- Elección.- Cada curso de alumnos y alumnas regulares elige un (1) representante titular y un (1) suplente con el carácter de delegado.
ARTÍCULO 17.- Funciones.- Es función principal del delegado de curso llevar a conocimiento de la Comisión Directiva la opinión de cada curso sobre los temas de interés de los estudiantes para su consideración por parte del Centro de Estudiantes.
ARTÍCULO 18.- Deberes.- Son deberes del delegado de curso:
a) Brindar información sobre las medidas y resoluciones de los órganos de gobierno del Centro de Estudiantes;
b) Cooperar en forma solidaria y responsable con el Centro de Estudiantes;
c) Participar de las reuniones de Comisión Directiva con voz y sin voto;
d) Presentar ante la Comisión Directiva las inquietudes, proyectos y propuestas del curso.
ARTÍCULO 19.- Incompatibilidad- Es incompatible ser miembro de la Comisión Directiva y Delegado de Curso.
ARTÍCULO 20.- Mandato.- Los Delegados de Curso duran en su función un año y pueden ser reelegidos.
CAPÍTULO V - FEDERACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIANTES
ARTÍCULO 21.- Conformación- Los Centros de Estudiantes conforman la Federación de Centros de Estudiantes de la Provincia en cada uno de los niveles de acuerdo con lo establecido en la presente ley.
ARTÍCULO 22.- Objetivos.- La Federación de Centros de Estudiantes de la Provincia de Santa Fe, tiene como propósitos fundamentales:
a) Representar a los Centros de Estudiantes;
b) Contribuir con los Centros de Estudiantes al logro de los objetivos establecidos por la presente ley;
c) Promover la participación de los estudiantes y su protagonismo;
d) Promover los valores democráticos, el pluralismo de ideas y la defensa de los derechos humanos;
e) Contribuir al desarrollo y a la defensa de la cultura y la educación pública;
f) Promover y defender los derechos de los estudiantes;
g) Generar espacios de diálogo y debate de temáticas que sean de interés para los estudiantes y la comunidad educativa;
h) Desarrollar acciones tendientes a la integración de los estudiantes, sus organizaciones y la comunidad;
i) Promover la convocatoria a un Encuentro Anual Provincial de Centros de Estudiantes.
CAPÍTULO VI - AUTORIDAD DE APLICACIÓN
ARTÍCULO 23.- Designación.- La autoridad de aplicación de la presente ley será el Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe, quien tendrá a su cargo velar por el cumplimiento y su difusión. Esta ley, al igual que las normas que se dispongan en el futuro a efectos de reglamentarla, será exhibida adecuada y permanentemente en todos los establecimientos educativos.
ARTÍCULO 24.- Incumplimiento.- La autoridad de aplicación recibe las denuncias de parte de los miembros de los Centros de Estudiantes sobre el incumplimiento de la presente ley, las tramita y las resuelve.
ARTÍCULO 25.- Registro El Ministerio de Educación creará un Registro de Centros de Estudiantes.
ARTÍCULO 26.- Comunicación.- El Ministerio de Educación enviará a la dirección de cada uno de los establecimientos educativos, dentro de los treinta (30) días hábiles de su entrada en vigencia, un ejemplar de la presente ley, arbitrando los medios que aseguren la constancia de su recepción con el objeto de su aplicación y cumplimiento.
CAPÍTULO VII - DISPOSICIONES FINALES
ARTÍCULO 27.- Cooperación.- Las Autoridades Directivas de cada establecimiento, se comprometerán a garantizar la efectividad de esta norma, para ello deberán:
a) Garantizar el espacio físico adecuado para el funcionamiento del Centro de Estudiantes;
b) Difundir a toda la comunidad educativa del establecimiento, esta ley y sus alcances;
c) Brindar el apoyo para el desarrollo de las actividades acordadas con el Centro;
d) Confeccionar y facilitar el padrón de los alumnos y alumnas regulares del establecimiento con la antelación necesaria, de acuerdo al proceso electoral establecido;
e) Facilitar el día de las elecciones y los medios adecuados para el mejor desarrollo del acto eleccionario.
ARTÍCULO 28.- Derogación- Derógase la Ley Nº 10.195 y toda otra norma que se oponga a la presente.
ARTÍCULO 29.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Luis Daniel Rubeo, Presidente Cámara de Diputados. Jorge Henn, Presidente Cámara de Senadores. Jorge Raúl Hurani, Secretario Cámara de Diputados. Ricardo H. Paulichenco, Secretario Legislativo Cámara de Senadores.

lunes, 19 de agosto de 2013

Diferentes miradas sobre pobreza y niñez/juventud

lanacion.com | Economía - Lunes 19 de agosto de 2013 - Por Silvia Stang
Encuesta de la UCA
Uno de cada cuatro chicos vive en situación social precaria
Unos 3,2 millones de niños y adolescentes sufren la pobreza estructural, según un relevamiento privado; bajo efecto de la asignación por hijo

Viven en situación de hacinamiento. Por sus hogares ronda la precariedad. No asisten, ellos mismos o sus hermanos, a la escuela. Cuatro de cada diez chicos de hasta 17 años están en alguna de estas condiciones, según los resultados del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA), una encuesta que relevó, en el último trimestre de 2012, la situación de 5426 niños que habitan en hogares de un conjunto de 20 centros urbanos del país.
Si se extrapolan a todo el país los datos obtenidos teniendo en cuenta los datos del último censo nacional, es posible estimar que 3,2 millones de niños y adolescentes viven en hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI). Este indicador se refiere a condiciones de vida que dificultan el buen desarrollo de las personas, debido a la falta de un entorno adecuado para el bienestar. Es un dato vinculado con la llamada pobreza estructural, que permite una evaluación de la situación social bajo parámetros diferentes a los que se toman para la medición de la pobreza y la indigencia según ingresos.
El trabajo del barómetro social revela que 25,6% de los menores de 18 años viven en hogares con NBI. El índice no es muy diferente si se lo compara con los obtenidos en las ediciones de la encuesta de 2010 y 2011, de 27,6 y 26,8%, respectivamente. Entre los niños más pequeños, de 0 a 4 años, la tasa es superior: de 29,7% en la medición más reciente.
Según el análisis de la investigadora Ianina Tuñón, que coordinó el trabajo, la incidencia que tuvo el pago de la Asignación Universal por Hijo (AUH) fue baja en cuanto a lograr una mejora en los índices de pobreza estructural. La prestación social comenzó a pagarse en diciembre de 2009 y, tras haber mejorado su cobertura inicial, hoy es percibida por 1,84 millones de familias, con 3,6 millones de niños. Desde junio pasado el monto es de $ 460: una parte se cobra en forma mensual y otra, una vez al año contra la presentación de certificados de escolaridad y controles sanitarios.
La implementación de ese programa social -que, según la encuesta, recibe el 36,4% de los menores- parece haber tenido un impacto algo mayor en los índices de pobreza e indigencia por ingresos: en ese caso, en lugar de observar condiciones de vida según las características de la vivienda y del entorno, se evalúa si la familia puede comprar, con sus ingresos, determinados productos básicos. De todas formas, esas tasas siguen en niveles preocupantes. Tal como informó en mayo LA NACION, la encuesta de la deuda social reveló que en 2012 el 37,2% de los menores son pobres en función de los ingresos que llegan a sus hogares. Los indigentes, es decir quienes viven en lugares donde el dinero no alcanza siquiera para la alimentación más básica son el 8,4 por ciento. En 2010, esas tasas eran del 41,9 y del 12,7% en cada caso.
El Indec lo ve distinto
Los índices citados en el párrafo anterior son los calculados con datos de ingresos de la encuesta de la deuda social, cruzados con valores de canastas de bienes y servicios alternativos a la medición oficial del Indec, lo que explica la diferencia con las tasas de pobreza e indigencia que da a conocer el Gobierno (en el caso del índice general, sin discriminación por edades, los números de fuentes privadas suelen triplicar los del organismo oficial de estadística, dada la subestimación de precios que distorsiona el cálculo en este último caso).
La encuesta de infancia, cuyos resultados serán presentados pasado mañana a las 18.30 en el auditorio Santa Cecilia de la UCA, no muestra una diferencia significativa entre los índices de chicos con NBI según se trate de hogares del área metropolitana o del interior del país. Sí existe una esperable distancia entre los índices cuando se tiene en cuenta el tipo de urbanización en la que se reside. Entre los chicos habitantes de zonas informales, como villas y asentamientos, la tasa asciende al 48,4% (era del 55,1% en 2010), en tanto que en las urbanizaciones formales de nivel bajo es del 31,1%, y en las zonas de hogares de nivel medio, de 7,5 por ciento.
Según explica el informe de la UCA, se considera que está en la población con NBI toda persona que sufra al menos una de las siguientes privaciones: hay tres o más personas por cuarto habitable, la vivienda es de tipo precario, la vivienda no tiene retrete, en el hogar hay al menos un menor de 6 a 12 años que no asiste a la escuela, el hogar tiene 4 o más personas por cada ocupado y, además, el jefe tiene la primaria completa como nivel máximo de educación formal.
 

 

sábado, 1 de junio de 2013

Casi la mitad de los jóvenes italianos no tiene trabajo

ROMA Y BRUSELAS. ANSA, EFE, CLARIN - 01/06/13

Italia. Es el 41,9% de la población, según datos oficiales. Se trata del nivel más alto en 36 años. Subida del paro en Europa.
La desocupación en Italia sigue aumentando a un ritmo alarmante, según informó ayer el Instituto Italiano de Estadísticas: en el primer trimestre del 2013, el índice subió al 12,8%, el nivel más alto desde hace 36 años. Pero el dato que pone aún más bajo el foco la gravedad de la situación es que un poco menos de la mitad de los jóvenes italianos carece de un puesto de trabajo.
Las cifras de desocupación fueron difundidas ayer en Roma, luego de que Bruselas publicara los que atañen al conjunto de la Unión Europea. En la eurozona, subió una décima en abril con respecto al mes anterior y alcanzó un nuevo máximo histórico de 12,2%. En el conjunto de los 27 países del bloque, el indicador se mantuvo estable en la cifra récord de 11%.
Según el gobierno de Roma, el índice de desocupación de los jóvenes italianos fue del 41,9% en el primer trimestre del 2013, también otro récord histórico desde 1977. El ejército de desocupados superó ya las 3.083.000 unidades en ese país. Al respecto, el presidente de la república, Giorgio Napolitano, afirmó –aludiendo a pasados casos de suicidios– que el Estado “para evitar otros episodios trágicos debe mantener la máxima atención sobre las dificultades sociales”.
En la zona euro, los máximos niveles de desocupación lo muestran Grecia (27%), España (26,8%) y Portugal (17,8%), mientras que Austria (4,9%), Alemania (5,4%) y Luxemburgo (5,6%) acumularon los índices más bajos.
El número de desempleados alcanzó en abril a 26,58 millones de europeos, de los que 19,37 millones viven entre los 17 países que forman la eurozona. Si se compara esta cifra con abril de 2012, el número de desempleados aumentó en 1,67 millones en la UE y en 1,64 millones en los países del euro.

lunes, 20 de mayo de 2013

Juventud y lazos sociales

Página 12, Edición impresa, Lunes 20 de mayo de 2013

DIALOGOS › MAURO CERBINO, INVESTIGADOR DE FLACSO ECUADOR, SOBRE CULTURAS JUVENILES

“La mayor parte de las pandillas nace en los colegios”
Es italiano, pero desarrolló su principal trayectoria académica en Ecuador. Allí se dedicó a investigar el origen de las pandillas juveniles, las motivaciones que llevan a su conformación y las relaciones que establecen con el Estado. Aquí, desmenuza sus conclusiones y advierte sobre el papel de los medios de comunicación.

Por Natalia Aruguete

–¿Qué representa el lugar de la pandilla para jóvenes que están desprovistos de todo tipo de derechos?
–Donde existe, la pandilla representa –para algunos jóvenes– un modo de vida, un modo de existencia y reproducción social. Y es, además, una forma de protegerse de una inseguridad que es previa a estas organizaciones. Esa inseguridad se debe a que algunos barrios no son aptos para la vida, porque han sido abandonados por el mundo adulto, que decidió tener un proyecto de vida que no supone la construcción del lazo social, sino que se resigna a vivir encerrado –tanto del hogar como del trabajo– o incluso a levantar rejas en la precaria construcción de su hogar con tal de tener la sensación de estar seguro. En esos barrios “dormitorio” es muy difícil que sea posible la vida social: no hay gente en la calle porque el barrio no tiene lugares para la diversión, el esparcimiento, la reproducción social. Y los jóvenes y adolescentes necesitan de mayores condiciones de sociabilidad, de ese tránsito por el espacio público, una vida social más amplia que la que querrían tener los adultos. En muchas ciudades latinoamericanas, los jóvenes buscan un modo para apropiarse –o reapropiarse antropológicamente– de estos espacios.
–Usted establece una relación entre el imperativo de la violencia y el respeto. ¿Qué significado tiene el respeto en una organización violenta?
–El respeto es lo que estructura las relaciones. Sobre todo las relaciones intra e inter pandilla. Es hombre de respecto aquel que se hace respetar por el que está afuera de la pandilla, en otra pandilla u otros jóvenes que pueden estar alrededor. Hacerse respetar supone que el otro te tenga miedo, que entienda y pueda bajar la mirada cuando un joven pasa por ahí. Será persona de respeto el que logra infundir miedo a otros. Es una dinámica de bajadas de miradas, de sumisión, de interiorización, de superioridad de uno hacia otro. Estas cuestiones, que salen de los relatos de los chicos, surgen de la escasez de condiciones que permitan la reproducción social. La condición de respeto reemplaza estos vacíos porque se construye el reconocimiento. Es lo contrario al respeto tal como lo concebimos desde la educación cívica.
–¿Es lo contrario porque la única posibilidad de respeto pasa por la violencia?
–...Y por el miedo. El respeto es uno de los elementos presentes en la modernidad, una condición que permite que nos reconozcamos y podamos estar juntos. En este caso, se basa en el miedo, no porque se experimente la necesidad de que para estar juntos debamos respetarnos. Son sujetos que han padecido una falta de respeto.
–¿Por qué al analizar las pandillas juveniles incluye una “dimensión colectiva de la violencia”?
–Es una dinámica que se establece en un horizonte de destinos de masculinidad hegemónica, otro elemento del horizonte simbólico discursivo que da sentido a la acción de la pandilla, junto con el respeto. Ese horizonte de la masculinidad hegemónica es lo que los adolescentes y jóvenes, sobre todo de ciertos sectores populares, van aprendiendo en sus familias y en el colegio, así como en otros espacios donde permanentemente están expuestos. Para ser hombre hay que ser hombres de respeto. Se es hombre desde el momento en que se inferioriza a otro. La masculinidad es un discurso potentísimo, que no sólo tiene que ver con la cuestión del varón, sino que sostiene una concepción de las relaciones sociales. La llamamos hegemónica porque está presente en muchos estamentos.
–¿Y la mujer?
–La mujer queda subsumida, se comporta de modo similar aunque con una contradicción, porque es un sujeto portador de otra dimensión sexual y, por lo tanto, muchas veces las mujeres son objeto de violación de alguna manera tolerada. Pero al mismo tiempo las mujeres se comportan como los hombres: pueden ser protagonistas de las mismas escenas de violencia de las que son portadores o protagonistas los hombres. Por tener que afirmarse como parte de la pandilla se comportan de modo similar a los hombres. Allí hay otro aspecto sexual que es bastante sórdido.
–¿Cuál?
–Hay violaciones; las mujeres son mujeres del líder..., situaciones de ese tipo. Pero las mujeres reproducen el mismo discurso que los varones, que además es sostenido por las madres. Recuerdo que la madre de uno de los chicos me dijo: “A mí me extrañó mucho cuando me dijeron que mi hijo era de los... porque él no sabe pelear”. Esa idea de la necesidad de saber pelear proviene de la madre y no sólo del padre.
–¿Qué análisis hace de las lógicas de las políticas públicas, del rol del Estado, frente a la violencia juvenil?
–En primer lugar, no hay política pública de juventud, al menos en el Ecuador. Y no hubo política pública de jóvenes migrantes en España. En el caso de España, a raíz de una norma de reagrupación familiar, los adolescentes y los jóvenes del Ecuador iban a reagruparse con sus padres, y eso era todo en términos de marco normativo. Hay normas que facilitan que se reagrupen las familias, pero después el Estado es incapaz de pensar qué hacer con estos jóvenes. Les puede dar una posibilidad de entrar al colegio, pero allí se encuentran con una montaña de problemas y discriminaciones. No hay una política de integración.
–¿Qué consecuencias trae esa falta de política de integración?
–Que primen las relaciones cara a cara, altamente discriminatorias. La reproducción de todo tipo de discriminación y denigración. Por lo tanto, muchos de estos jóvenes –también en España, donde uno esperaría que estuviesen en otras condiciones– están quizás en las mismas o peores condiciones que las que dejaron en Ecuador. Y cuando saben que hay una organización que se reúne, que habla el mismo idioma y además habla fuerte, no habla suavecito...
–¿Qué significa “no hablar suavecito”?
–Que no habla sumiso como la madre, que ya asumió la subalternidad porque tiene un proyecto de vida distinto, una estrategia de vida distinta que le permite procesar la sumisión. Ellos no tienen un proyecto de vida, ya que muchas veces se han ido agrupando sin tener la voluntad de hacerlo, y encuentran en esos espacios otra vez la reproducción, la protección, el sentido de la vida, el goce, la diversión.
–En la relación pandillas-Estado, ¿cómo ve la responsabilidad legal que el Estado deposita en estos jóvenes y adolescentes?
–Retomo la idea de que no hay una política pública. En el Ecuador hay una ley de juventud, pero nunca dio paso a reglamentos y dispositivos para su aplicación. Por lo tanto no hay una política pública, de prevención de un fenómeno como éste. ¿Qué hace el Estado para prevenir el bullying? (N. de la R.: el bullying es un acto de conducta agresiva para hacer daño deliberadamente a otra persona, de manera física o psicológica.) Es una cosa tremenda en nuestros colegios, hay jóvenes que se han suicidado por haber sido objeto de reiterado acoso o linchamientos. El que aguanta es un joven que no quiere entrar en la dinámica del más fuerte, estando al margen de eso se convierte en el objeto de aquellos que siempre quieren ser los más fuertes, que necesitan identificar a alguien como débil. ¿Y qué hace el Estado? La mayor parte de las pandillas en el Ecuador u otras partes del mundo nacen en los colegios. El sistema educativo no sólo no es capaz de generar condiciones para una mayor circulación, un mejor funcionamiento de la población, sino que se transforma en lo contrario: hace que los jóvenes se sientan continuamente denigrados, el maestro contribuye muchas veces a eso.
–¿Cómo?
–En el Ecuador tenemos varios ejemplos de maestros que abonan ese horizonte de masculinidad hegemónica. No hay una política pública, salvo normativa represiva, una acción policial y punitiva tremenda... la inconsistencia del Estado de Bienestar muchas veces viene compensada por la condición abusiva de la policía, que es la única cara visible de un Estado inconsistente. Estos jóvenes populares se sienten atraídos por ser policías, porque eso los mostraría fuertes, pero a la vez se cagan de miedo frente a la policía: tienen ese amor-odio. Podría contar historias de los más recalcitrantes de líderes que me llamaban de noche para que les diera una mano porque un policía los estaba llevando. Lloraban como niños.
–En su libro El lugar de la violencia, usted señala que los medios son “reproductores de un discurso mayor”. ¿Qué rol cumplen los medios en el relato de este tipo de violencia? ¿Cree que la palabra “reproductores” es la más adecuada?
–Claro que los medios no son sólo reproductores, también son los que producen el discurso mayor que pretende ser objetivo e incuestionable. Tanto en España como en Ecuador, la única mirada que tiene el común de la gente lega es la mirada de los medios de comunicación... los medios se encargan de representar simbólicamente y alimentar los imaginarios ciudadanos, haciendo el “trabajo sucio” por cuenta del Estado. (Se ríe.) Las violencias grupales juveniles no pueden ser asimiladas a la violencia criminal de las bandas criminales organizadas..., al menos no en un primer momento, después algunas de estas pandillas pueden devenir en otra cosa, como ser capturadas por bandas organizadas, pero ése es otro fenómeno.
–Insisto con la pregunta, ¿los medios sólo reproducen ese discurso o disputan poder simbólico con otros actores sociales?
–Los medios trabajan directamente con la constitución de la opinión pública, son alimentadores de los funcionarios, aquellos que dan las claves interpretativas de la realidad. Se encargan de sostener la tesis de que estos grupos son los desviados de la norma... se encargan de des-responsabilizar al Estado y decir “no, lo que pasa es que los jóvenes son así: naturalmente violentos”. Esencializan la condición juvenil, y con eso le ahorran un gran trabajo al Estado.
–¿Cómo?
–Logran que la opinión pública no vea al Estado como uno de los mayores responsables y también al conjunto de la sociedad por no cuestionarlo, por ser pasiva frente a estos temas. Efectivamente, insensibilizan a la opinión pública, ya que por ese proceso de naturalización parece obvio que los jóvenes actúan del modo que actúan. Contribuyen a invisibilizar las condiciones que hacen posible ese fenómeno. No contextualizan, no historizan, no hacen una investigación con fuentes primarias sino que recurren al “monofuentismo” (usar una única fuente de información) de la policía, tribunales de justicia, actores que también hacen el trabajo sucio por cuenta del Estado.
–¿Qué es lo que encubren los medios de comunicación desde una “noticia dramatizada” (donde hay buenos y malos, ganadores y perdedores, como en un cuento) cuando cubren este tipo de fenómeno?
–Cubren con la objetividad de los hechos... eso no existe. Y encubren las condiciones de posibilidad de la existencia de este fenómeno. A los jóvenes los hacen los únicos responsables de su acción, cuando evidentemente la responsabilidad es, cuanto menos, compartida. Además contribuyen –y eso es lo peor– a empeorar las cosas, porque venden a éstos como sujetos desechables.
–En su libro usted sostiene que los medios “no tienen agenda propia” y relacionó esto con la perspectiva de aquellos expertos que miran a los medios como “actores políticos”. En el contexto actual latinoamericano, donde se ve una relación conflictiva entre medios y gobiernos, ¿cómo se construye esa agenda sobre la violencia juvenil, desde medios que ya no se fusionan tan claramente con la palabra del Estado?
–Ahora que planteas eso, se me ocurre pensar que desde hace más de cinco años los medios en el Ecuador ya no se ocupan de este fenómeno. O el fenómeno desapareció o ya no les interesa, porque los medios privados de comunicación ya no tienen en el Estado ni en el gobierno una fuente para hacer el trabajo sucio.
–¿Pero dependen exclusivamente de esa fuente para hacer el “trabajo sucio”?
–Sí, porque dependen de la policía. En Madrid tuve un altercado con un reportero de El País, porque él quería des-responsabilizarse de lo que ese diario había escrito sobre los Latin Kings, diciendo que en el fondo ellos sólo reproducían a la policía y que, en última instancia, el problema estaba en la fuente. ¿Te das cuenta de la barbaridad que decía? ¿Un periodista puede afirmar que el problema está en la fuente y no en él? Lo primero que se me ocurre decirle es: “cambia de fuente”, “diversifícala”. Había un policía que le dijo: “Yo soy fuente pero tú estás haciendo la nota”. Fue una escena emblemática. Los medios a veces se prestan para sostener algún interés de parte de un partido político que aprovecha esa representación mediática de la violencia juvenil para justificar la “necesidad” de una acción represiva. En el Ecuador hay una discusión sobre la baja de la imputabilidad penal a los 16 años, necesitan preparar a la opinión pública para asimilarlo y luego justificar cierto tipo de legislación, el aumento de las policías privadas.
–¿Por qué estudiar a los Latin Kings, qué rasgos los volvía interesantes para usted?
–¡Qué buena pregunta! Esta organización nació en los años ’40 en Chicago, conformada por inmigrantes, sobre todo puertorriqueños, cubanos y mexicanos. A partir de los ’80 empezaron a definirse como una nación. Esa definición de nación siempre me atrajo mucho.
–¿Por qué?
–Después de reflexionar mucho empecé a ver que efectivamente era una organización, que tenía tal envergadura en cantidad de miembros y que iba configurando una nación dentro de otra, una nación en lugar de otra. Eso es lo que (Erving) Goffman maravillosamente define como la transformación del estigma en emblema, cuando habla de la carrera del delincuente. Estos grupos son objeto de constante denigración y estigmatización, son tildados como personas desadaptadas y es probable que terminen haciendo esto del modo más espectacular posible. Es como si dijesen: “Si el otro me condena a ser delincuente, seré el mejor delincuente posible”. Entonces el estigma de ser latinos se convierte en el emblema de ser latinos, pero reyes. Hay coronas y hay alturas y beneficencia. Me llamaba mucho la atención esto de la nación. Porque todas las pandillas tienen un nombre, pero ellos se llamaban nación.
–¿Qué elementos los convertía en nación?
–Ellos tienen una Constitución, y tienen elementos que hacen a una nación, quizá no el idioma pero sí una jerga, un vocabulario... Dos reyes que no se conocen, se reconocen por el modo en que actúan o por un gesto que los hace reconocibles. Yo estuve muy cerca de ellos. Una vez en Madrid, al final de una conversación y viendo que compartíamos algunos saberes, ese chico me preguntó: “¿Pero tú que chapa tienes? ¿Qué King eres?”. Por supuesto que yo no tengo ninguna (chapa), pero sabía mucho por mi investigación. Pero ellos se reconocen, tienen un universo simbólico que comparten, algo que tiene que ver con lo lingüístico, lo gestual. Comparten mínimamente un territorio que se translocaliza. Otro elemento que me atraía mucho es el carácter de transnación: son una nación pero también son transnacionalistas. Ellos dicen que empieza a existir la nación cuando se planta bandera. Ellos tienen el acto de constitución de la nación en el lugar en que se planta bandera, van a tener esa fecha para recordarla así como se recuerdan las efemérides que fundan la nación. Era tan potente esa nación, con una Constitución, manifiestos, propósitos y leyes, que era capaz de refundarse cada vez que fuese necesario. No eran las pandillitas de 20 o 25 personas, como las estudiadas hace muchos años. Hay gente que hoy tiene 40 años y sigue siendo Latin King... porque ellos dicen que un rey es para siempre, aunque ya no sea un King.

DIALOGOS › ¿POR QUE MAURO CERBINO?
Los lugares de las violencias
Por Natalia Aruguete
Es apasionado, intenso. Se ríe con los nervios de quien se involucra profundamente con sus ideas y eleva el tono de voz cuando sus propias palabras lo conmueven. Es italiano.
Mauro Cerbino se fue al Ecuador hace poco más de una década, enamorado de una lugareña y se quedó allí para armar su historia familiar y su trayectoria profesional.
Doctor en Antropología Urbana por la Universitat Rovira i Virgili, Cerbino coordina el Programa de Estudios Internacionales y Comunicación de Flacso Ecuador y dirige la revista Iconos, que edita la misma facultad. Lleva años investigando temas sobre organizaciones juveniles de la calle, juventudes y violencia. Como director del Observatorio de Medios, además del discurso informativo que se construye sobre este fenómeno, estudia la relación entre gobiernos y medios de comunicación y, en ese marco, la mediatización de la política.
Su investigación se ha plasmado en cursos y seminarios dictados en diversas universidades de Latinoamérica y Europa y en numerosos libros y artículos como El lugar de la violencia (Taurus-Flacso), Más allá de las pandillas, violencias, juventudes y resistencias en un mundo globalizado (Flacso) y Jóvenes en la calle, cultura y conflicto (Anthropos), entre otros.

Reseña "El lugar de la violencia" Flacso
http://www.flacsoandes.org/iconos/images/pdfs/Iconos46/I46_15_Barrios.pdf

Reseña "Jóvenes en la calle, cultura y conflicto" Anthropos
http://www.flacsoandes.org/iconos/images/pdfs/Iconos25/14%20Resena.pdf